Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

Más revelaciones sobre López Mateos

 

He escrito en tres “Personajes” anteriores acerca del verdadero origen del expresidente de México, Adolfo López Mateos: “El misterioso origen de Adolfo López Mateos, el 8 de febrero de este año (2008); “B. Traven: Misterios develados”, el 26 de mayo; y “Con la lupa sobre el origen de Adolfo López Mateos”, el 10 de junio.

Pero nuevos acontecimientos me permiten ahora revelar datos que desconocía.

El tema central es, desde luego, que el expresidente era en realidad hijo de un español que se llamaba Gonzalo de Murga y Suinaga, pero nunca lo reveló porque eso habría echado abajo su pretensión de ser presidente de México, como lo fue.

Su madre sí era Elena Mateos Vega.

Me escribió desde Madrid Xabier de Murga y Rodenas, bisnieto de don Gonzalo. Aclara antes que nada que escribe su nombre en euskera en recuerdo de su padre, Gonzalo de Murga y Minondo, porque así lo escribía él y responde a la pregunta con la que termino “Personajes” del 8 de febrero: “¿Adolfo López Mateos era hijo en realidad de un español llamado Gonzalo de Murga y Suinaga?”. Su respuesta es: “Rotundamente, Sí.”

Afirma que “Mi bisabuelo Gonzalo de Murga y Suinaga, y Elena Mateos Vega, fueron los padres  de Adolfo López Mateos y Esperanza López Mateos; muchas son la pruebas que constatan esta afirmación y que actualmente obran en mi poder.”

A continuación describe dónde se encuentran los archivos de la familia Murga, cuyo origen se remonta al año 1270.

El abuelo de Murga y Rodenas fue Gonzalo de Murga Huguenin-Virchaux, Marqués de Alcázar, y su padre fue Vizconde de Mondragón.

Confirma Xabier de Murga en su “carta electrónica” que “todo lo que cuenta Regina Santiago Núñez en su libro ‘Un Quijote en México’ es la pura verdad”.

La familia De Murga tiene una larga tradición de escritores en su seno, lo que explicaría la fama conquistada de gran orador —campeón de oratoria— de Adolfo López Mateos y su poca conocida faceta de escritor de poesía. Sus poemas quedaron impresos en un libro editado por Octavio Novaro, según dice Mario Moya Palencia a Regina Santiago en una carta cuya copia ella me ha proporcionado, aunque el mismo Mario no sabe si la publicación se hizo con el nombre del expresidente como autor o con un pseudónimo.

El hermano mayor del tatarabuelo de Xabier de Murga, El Hach Mohamed el Bagdady” (don José María de Murga y Mugártegui, XIX Señor de Murga), fue también escritor y un libro de él, Recuerdos Marroquíes, fue reimpreso “en 1994 por el Diputado Foral de Álava don Federico Verástegui Cobian, casado con doña Teresa de Murga, actuales propietarios de la Torre de Murga, construida por don Joan Sanz Cherubín de Murga en el año 1270, origen de la Casa de Murga”.

El padre de don Gonzalo de Murga y Suinaga, fue el general Rafael de Murga y Mugártegui, tatarabuelo de Xabier, quien me dice que mantuvo correspondencia con Regina Santiago durante la redacción del libro “Un Quijote en México”, pero éste se publicó y ya era tarde para enviarle otros documentos que son la prueba más importante de que Gonzalo de Murga era el verdadero padre de Adolfo y Esperanza López Mateos.

Regina recibió de Xabier, dice él, “la carta (confidencial) de Gonzalo de Murga y Suinaga a mi abuelo Gonzalo de Murga Huguenin-Virchaux….”

Transcribo a continuación partes de tal carta y la contestación de Gonzalo de Murga Huguenin-Virchaux “que no conoce Regina. (Yo soy “el pariente de Madrid” al que se refiere Regina)”:

“Sábado 26 Noviembre 1927

 

“Para mi hijo Gonzalo. Estrictamente confidencial mientras yo viva o hasta que yo le releve de la confidencia.

“Hoy cumplo 58 años. Nací el 26 de noviembre de 1869, a las 10 de  la noche... y me bautizaron en Xemein en la mañana del 27 ¡y nevando!.”

“Tuve varios hijos. Murieron unos. Viven otros...”

“Quiero mucho, con particular dilección, a Esperanza y Adolfo López Mateos, de 21 y 19 años, con residencia actual en la casa Nº. 157 de la calle de Chiapas, en México, D. F. Son inteligentes y buenos. Quiera Dios que Esperanza sea feliz. Tal vez Adolfo conquiste un nombre en el foro y en las letras.

  “Pero mi mayor preocupación, si no vivo bastantes años para verlas encarriladas en la vida, la constituyen dos infelices niñas, Paz Margarita, nacida el 22 de febrero de 1920, y Marta Josefina, nacida el 27 de diciembre de 1924. Las hube (aunque nunca hice “vida marital” con ella) en mi ama de llaves, Dionisia Núñez García, muchacha indígena, de la clase más humilde, que entró a mi servicio cuando tenía 18 años y que es muy buena, aunque con el hermetismo de su raza y con un carácter áspero, acaso por su mala salud.

  “La doncella, Josefina Henderson Cruz, hija de angloamericano y de zapoteca, está a mi servicio desde que tenía 15 años (tiene 20) y es de una abnegación y una solicitud verdaderamente filiales.

  “Las niñas y Josefina hacen que en el apartamiento en que vivo guste de algún “ambiente de hogar” - ¡que tanto me faltó siempre!

  “¿Qué será de Dionisia, de sus hijas y de Josefina si yo les falto?

  “Si tú puedes hacerlo, tiéndeles una mano por el amor que te tengo, y por el que no dudo que me tienes.

  “De este papel sacaré copia para Rafael. Acaso, más adelante, para Esperanza y Adolfo, que si pueden estoy seguro de que también se preocuparán por prestar apoyo a estas niñas y a estas mujeres que quedarían en el mayor desamparo si yo faltase.

  “A todos los que algo hiciereis por ellas, yo os bendigo.

  “Ingenio Santo Domingo, Oax. México, 26 nov. 1927

                                                                                 Papá”.

Y la respuesta del abuelo de Xabier, hijo de Gonzalo de Murga y Suinaga:

“ ’Villa Robert’- Rue des Rochers. Biarritz 24 de diciembre de 1927.

  “Has hecho bien, querido papá, en confiar en el inmenso cariño que te tengo. ¿Qué no haría yo por ti? ¿Qué no daría por calmar, por completo, tu natural preocupación?

  “Si alguna vez (espero y pido a Dios que no sea sino dentro de muchos años) llegas a faltar, yo te prometo, solemnemente, ocuparme de tus hijas Paz y Marta, de su madre y de Josefina Henderson Cruz y hacer por ellas, pecuniariamente, cuanto me sea posible.

  “Te prometo, también, ayudar, moral y materialmente, en la medida de mis fuerzas, a tus otros hijos, Esperanza y Adolfo.

                                                                        Gonzalo”.

Viene, a continuación, una revelación que agradezco de Xabier de Murga, de la que se desprende que Adolfo López Mateos sí sabía que Gonzalo de Murga era su padre:

“Contestando a su pregunta: ¿Pudo tal secreto resistir el paso de tanto tiempo antes de salir a la luz?

  “En marzo de 1914, Gonzalo de Murga y Suinaga, “desencantado de todo y de todos”, se “encerró” en el Ingenio “Santo Domingo” propiedad de Barrios & Murga, en el Istmo de Tehuantepec, perdiendo el contacto con la intelectualidad de Mexico, D.F. Por otro lado, en 1929, Adolfo López Mateos en su huida hacía Guatemala, se detuvo en el Ingenio “Santo Domingo”; tuvo una fuerte discusión con su padre, hasta el punto que Gonzalo de Murga y Suinaga, con todo su dolor, le dio “muerte espiritual” y lo hizo “desaparecer de su vida” para siempre. Cuando mi bisabuelo fue asesinado, mi abuelo Gonzalo, estaba firmemente convencido de que Adolfo había muerto física y realmente, pues Gonzalo de Murga y Suinaga nunca más volvió a pronunciar su nombre; fuerte debió ser la disputa, naturalmente nadie estaba en ese momento con ellos, pero por algunos escritos creo deducir cual fue el motivo…

  “Los años que mi bisabuelo estuvo recluido en su Ingenio “Santo Domingo” – desde 1914 a 1934 en que fue asesinado – y la “muerte espiritual” de Adolfo López Mateos; creo que ambas cosas contribuyeron a que la gente se olvidase del asunto, y en 1958 cuando Adolfo fue elegido Presidente de México, sólo quedasen algunos rumores sin prueba alguna”.

Me dice además Xabier de Murga en su carta que “La vida de Esperanza fue bastante sórdida y desgraciada; mi abuelo tuvo noticias bastante desagradables sobre ella, quizás debido a su relación con ‘Bruno Traven’ “.

Le llama Bruno Traven al escritor que en realidad se hacía llamar B. Traven, nunca Bruno, pero es un error en el que muchos han incurrido debido a que los editores piratas de la obra de este gran autor utilizan ese nombre.

Sigue Xabier, sobre Esperanza López Mateos: “Y con los Figueroa. Cierto que después de horribles sufrimientos debidos a un accidente de alpinismo, se suicidó en 1951, y cierto su desgraciado matrimonio con Roberto Figueroa”.

Xabier de Murga escribe ahora la biografía de Gonzalo de Murga y Suinaga y ahí revelará quién mandó asesinar a su bisabuelo, el padre de Adolfo López Mateos: “(Adelanto que el personaje intelectual del asesinato era una personalidad en política y en las letras, el mismo Henestrosa cargó con un San Benito a su costa, años después, y de él habló en su lecho de muerte), ¿Por qué mandó asesinarlo? ¿Cómo reaccionaron los amigos de Gonzalo de Murga y Suinaga después de su asesinato? se lo digo ahora: Tuvieron miedo ¿Cuál fue su influencia en el Istmo de Tehuantepec? etc., etc.”

Me envía, finalmente, un texto que su bisabuelo escribió para la madre del expresidente, su propio hijo. Xabier le llama “Elena López Vega”, en un lapsus:

“A Elena López Vega le escribió en ‘Para tí…’:

 

“El teclado tus dedos recorrían

y tu voz suavemente murmuraba:

                            “C’est un reve

                             qui s’acheve

                      et s’envole vers les cieux”…”.

Antes de la carta de Xabier de Murga, tuve una magnífica reunión con Regina Santiago que se extendió por cuatro horas y en la que me proporcionó la copia de la carta que le envió Mario Moya Palencia, mencionada antes.

Lo que tenemos ahora es:

1.- Adolfo y Esperanza López Mateos sí eran hijos de Gonzalo de Murga y Suinaga y de Elena Mateos Vega.

2.- Adolfo nació en realidad en 1906 y Esperanza en 1908.

3.- Tras la matanza de vasconcelistas en 1929, Adolfo López Mateos huyó hacia Guatemala y en el camino pasó al Ingenio Santo Domingo, en el istmo de Tehuantepec, a visitar a su padre, Gonzalo de Murga, con quien tuvo una fuerte discusión que terminó con la relación.

4.- Esperanza se suicidó en 1951 debido a los horribles sufrimientos que padecía tras un accidente de alpinismo.

5.- Con la abuela de Regina Santiago, Dionisia Núñez García, Gonzalo de Murga tuvo dos hijas: Paz Margarita y Marta Josefina, la mamá de Regina, por lo que se confirma que Regina es sobrina de Adolfo y Esperanza.

Quedan, desde luego, muchos pendientes, pero sobre todo:

A.- Una amplia entrevista con la última esposa de Adolfo López Mateos, Angelina Gutiérrez Sadurní y con su hija, la licenciada Elena López Gutiérrez. La primera vive en La Jolla, cerca de San Diego, California y está casada con Norman Roberts, de ochenta y tantos años de edad, contra los sesenta y dos de ella.

Cabe mencionar, como detalle curioso, que Angelina ya vendió el piano Steinway, modelo C, de colección, que le había regalado su esposo, Adolfo López Mateos, en un aniversario de bodas —traído con ese propósito de Europa—. Se lo vendió al señor Herbert Lurgeinstein, fundador de la compañía European Pianocraft y experto en pianos, quien dice que cuando ella se lo vendió le pidió que le permitiera que sus hijos lo vieran cuando quisieran y que él accedió, pero que le preguntó que por qué vendía un piano tan valioso para un coleccionista y ella le dijo que por respeto a su nueva familia.

El piano lo tuvo Lurgeinstein en exhibición en su negocio de Pasadena, California y luego se lo llevó, para seguirlo exhibiendo, a European Pianocraft.

B.- Quedan pendientes también los testimonios de aquellos políticos cercanos al expresidente que pudieran estar enterados de su verdadero origen.

Ojalá alguno de los mencionados, o alguien más con datos al respecto, envíe un “correo electrónico” al autor de estas líneas para seguir armando las piezas del rompecabezas de una historia que, sin lugar a dudas, es apasionante.

Ver todos